DISFEMIA FISIOLÓGICA O EVOLUTIVA:
Entre los 2 años y los 5 años, es frecuente observar en el habla de los niños errores de fluidez: se bloquean, se atascan, repiten sílabas..., haciendo al adulto pensar que se encuentra ante lo que coloquialmente se denomina tartamudez. Sin embargo, estas características responden a una fase evolutiva por la que pasan algunos niños. Lo denominamos Disfemia evolutiva y se trata de una tartamudez fisiológica normal, que actuando de manera adecuada podrá desaparecer. Por ello a continuación se proponene una serie de pautas para que padres y personas cercanas ayuden a crear un ambiente que favorezca la superación de esta etapa:
No se angustie por la forma de hablar de su hijo. Los niños captan rápidamente sus estados de ánimo.
Escuche pacientemente lo que su hijo le diga, y no preste atención al cómo lo diga. Mantenga el contacto visual, de manera natural, mientras su hijo habla. Puede actuar como un interlocutor activo, de forma que le exprese que le está entendiendo; por ejemplo puede asentir con la cabeza.
No le haga repetir para corregir, es mejor darle el modelo correcto.
No le dé consejos sobre la forma de hablar “habla despacio, relájate, respira...”
No tome los tartamudeos del niño como algo “gracioso”, puesto que si el niño observa que hace gracia con esas conductas, intentará repetirlas.
Deje a su hijo terminar de decir lo que está contando. Si el bloqueo es muy grande y el niño se desanima, podemos tratar de que continúe: “me estabas diciendo que hoy habíais...”
Espere un segundo aproximadamente, para responderle a su hijo. Esto ayuda a calmar las cosas y alivia la tensión del momento, con lo cual hará que la situación de habla sea agradable para el niño. Emplee un ritmo relajado y lento en su lenguaje espontáneo, pero no tan lento que no suene natural.
Disponga de, por lo menos, cinco minutos diarios para hablar con su hijo de manera fácil, relajada y sin prisas ni tensiones
Si su hijo le habla mientras realiza actividades que requieren concentración (por ejemplo, conducir un coche o usar un cuchillo en la cocina), dígale que aunque no le está mirando, le está escuchando y prestando atención.
Busque formas de expresar a su hijo que lo valora y disfruta el tiempo que está con él.
Es importante proporcionar una atmósfera relajada en el hogar ya que el estrés puede empeorar la situación.